BOLETIN DE PRENSA
32/2022

MÉRIDA, YUCATÁN, 04 DE NOVIEMBRE DE 2022.- Un grupo de investigación del Centro de Investigación Científica de Yucatán A. C. (CICY), realiza estudios y desarrollan herramientas para identificar nuevos efectores (moléculas presentes en diversos organismos) con potencial beneficio para la agricultura, el ambiente y la salud veterinaria y humana, dio a conocer la Dra. Blondy Canto Canché, investigadora de la Unidad de Biotecnología (UBT) del CICY.

La científica explicó que estos trabajos se realizan como parte del proyecto «Predicción de efectores no canónicos: trascendiendo los límites de la efectorómica», financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través de la Convocatoria de Ciencia Básica y/o Ciencia de Frontera, Modalidad: Paradigmas y Controversias de la Ciencia 2022.

«La ciencia básica es fundamental para el progreso de la humanidad y la conservación del planeta. Ha dado paso al desarrollo de medicamentos, tecnologías e inteligencia artificial, entre otros avances y, aunque los resultados prácticos pueden ser a mayor plazo, entender los aspectos fundamentales de algún tema ha conducido a desarrollos y tecnologías que han beneficiado a la humanidad y el planeta», detalló.

La Dra. Blondy Canto señaló que, en este caso particular, en el CICY se están estudiando a los efectores no conocidos de hongos para identificar sus funciones y potencial uso en el desarrollo de bioproductos con aplicación en la agricultura, la ganadería y la salud humana. «Los efectores son pequeñas moléculas, mayormente proteínas, generadas tanto por microorganismos patógenos como por benéficos. Sus funciones son diversas, algunas son: proteger y camuflar al microorganismo, evitando su detección por otros microorganismos u hospederos, y fueron descubiertos mientras se estudiaba la interacción de un hongo patógeno y su hospedero», ahondó.

Asimismo, indicó que la efectorómica, campo que estudia a los efectores, es un área prometedora pues, a la fecha, se han caracterizado (estudiado a profundidad) alrededor de 300 efectores. Sin embargo, existen miles en la naturaleza. Un solo microorganismo puede tener más de 600 efectores (por ejemplo, el caso de un oomiceto llamado Phytophthora capsici).

Al momento, el grupo de investigación del CICY ha estudiado los efectores de los hongos Pseudocercospora fijiensis (hongo que produce la sigatoka negra en el banano) y Trichoderma harzianum (organismo utilizado como control biológico), y se ha encontrado que poseen un amplio y diverso catálogo de estos.

Por último, la Dra. Canto Canché destacó la importancia del estudio de los efectores, ya que son fundamentales en las interacciones entre los microorganismos con otros seres vivos. «Sus funciones son clave para todos los tipos de interacciones microbianas con otros organismos, tanto para interacciones positivas como, por ejemplo, la simbiosis o mutualismo, así como en interacciones negativas de antagonismo, parasitismo o patogenicidad», concluyó (JCDO / Divulgación).